sábado, 14 de febrero de 2009

La guerra de las lenguas


(*) PREAMBULO DE LA CONSTITUCION ESPAÑOLA DE 1978 (Artículo 3)
1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. 2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. 3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.

(*) ESTATUTO DE GALICIA DE 1981 (Artículo 5)
- A lingua propia de Galicia é o galego. - Os idiomas galego e castelán son oficiais en Galicia e todos teñen o dereito de os coñecer e de os usar.


La Historia se construye a base de acontecimientos y de la combinación de éstos resulta una realidad fruto tanto de lo positivo como de lo negativo de los mismos. Somos lo que somos en gran parte a causa del camino andado y renunciar a una porción de éste sería como renunciar a parte de nosotros. En la historia de Galicia, tanto la lengua gallega primero, como la castellana más recientemente, han jugado un papel determinante en lo que hoy es el pueblo y la sociedad de Galicia. De esta sociedad salieron grandes intelectuales y escritores en lengua castellana como Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, Julio Camba, Wenceslao Fernández Flórez, Camilo José Cela o Gonzalo Torrente Ballester, al igual que lo hicieron en lengua gallega Rosalía de Castro, Vicente Risco, Ramón Cabanillas, Castelao o Xosé Luis Méndez Ferrín.

En la Galicia del siglo XXI la reivindicación del "monopolio lingüístico" está fuera de nuestra realidad tanto social como legal y constituye un camino de enfrentamiento contrario al entendimiento que debe imperar en una democracia.

Los enfrentamientos vividos esta última semana entorno a la manifestación convocada por "Galicia Bilingüe" en Santiago de Compostela son un claro ejemplo de la dirección que no se debe tomar para evitar situaciones que ya se viven desde algunos años en otros territorios del estado español en dónde la lucha lingüística está a la orden del día. Se puede discrepar con los planteamientos de esta organización, al igual que se puede abrir el debate sobre la suficiencia del Estado de las Autonomías en la España de hoy en día, pero lo que es indudable es que la "Declaración de principios de Galicia Bilingüe" defiende los términos recogidos tanto en la Constitución Española de 1978 como en el Estatuto de Autonomía de Galicia de 1981. El tratar de "fascistas" a un grupo que defiende estos principios parece un exceso, más aún cuando ésto se hace desde grupos radicales cuya forma de expresión es el lanzamiento de botellas o la utilización de insultos. La tibieza en la condena hacia estos hechos incluso por algunos miembros destacados del actual gobierno gallego dan oxígeno a quienes para defender sus ideas consideran válido todo tipo de acciones si éstas ayudan a "expulsar al enemigo españolista hacia Madrid".

Lo exótico del planteamiento del nacionalismo del BNG es que son capaces de firmar acuerdos y compartir proyectos con partidos en las antípodas ideológicas de lo que se supone es un partido de izquierdas (el pacto de Barcelona firmado con CiU y el PNV es un buen ejemplo...) para después criticar una manifestación por el excesivo tinte de derechas que ésta presentaba.

Por mucho que algunos se empeñen en buscar diferencias entre ellas, el castellano y el gallego son dos de las lenguas romances más próximas que existen, y eso nos da una ventaja a la hora de poder alcanzar un verdadero bilingüismo. Ésta será difícilmente una situación en la que el reparto entre las dos sea equitativo, puesto que debe formar parte de la libertad del individuo el grado de uso de cada una de ellas, siempre y cuando se cumplan las condiciones que permitan a éste primero, el conocerlas, y segundo, el utilizarlas. El problema no debe solucionarse estableciendo cuotas o un sistema de segregación. La solución debe pasar por un sistema que permita el aprendizaje de ambas lenguas al mismo nivel y una administración que proporcione al ciudadano la posibilidad de elegir el idioma que quiera utilizar. Al igual que, en lo relativo a los medios de comunicación financiados con dinero público, se deberá potenciar el uso de la lengua que se considere más vulnerable, como lo ha sido el gallego, por lo menos hasta la fecha.
Pero en ningún caso la protección de una se debe convertir en persecución de la otra, cohartando la libertad del individuo a escoger una de ellas tal y como recoge la legislación vigente.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo peor de la manifestación han sido las declaraciones de Anxo Quintana. Yo las escuché en la radio y en medio de su opinión sobre la manifestación calificó a los allí presentes como 'Los que están a favor del gallego' y 'Los que están en contra del gallego'.

Me parece lamentable que él y muchos de su partido se crean los 'dueños' del gallego.

Supongo que Galicia Bilingüe no está contra de nada, únicamente está a favor de la libertad de cada individuo a elegir el idioma que le parezca mejor para expresarse.

Es necesario que desde los organismos autonómicos se preserve, potencie y cuide la cultura gallega y su lengua... pero no a costa de 'obligar' a su uso, ¿no?

MAB