martes, 30 de octubre de 2007

Efectos colaterales


FARO DE VIGO



LA VOZ DE GALICIA

Los jóvenes de la ciudad se beben en cada botellón más de seis mil euros
Los excesos nocturnos sólo derivan en reprimendas familiares para el 8,3% de los participantes


Estos días, más que nunca, el debate sobre el botellón está abierto en la capital. Se intenta (con buen criterio) buscar una ubicación para este fenómeno social que nos invade desde hace tiempo, el cual necesita planteamientos posiblemente más ingeniosos que la mera prohibición. Sin embargo, estos planteamientos a priori razonables no pueden convertirse en un "dar la vuelta a la tortilla" y pasar de perseguidores a promotores.

Que al lado de esta práctica habitual existen problemas constatados como el consumo de alcohol excesivo, el de otras drogas o la proliferación de peleas es un hecho constatado. Además, según apunta un estudio realizado por el INE, nuestra provincia está a la cabeza del estado (116 ingresos hospitalarios por cada 100.000 habitantes frente a los 51 en el resto del país).

No hace falta ir muy atrás en la historia local para encontrar hechos muy similares que los ocurridos este fin de semana en dónde la combinación de alcohol + vaso tuvieron un resultado parejo. Es por eso que a la hora de llevar a cabo iniciativas como las propuestas por el alcalde (con el sorprendente beneplácito del PP y la oposición de su soci@ de gobierno...) no se deben olvidar otras ya en marcha en ciudades como A Coruña en dónde se ha llegado a un acuerdo con las grandes superficies para prohibir la venta de alcohol después de las diez como avance de una ordenanza municipal que entrará en vigor en breve.